"Tes yeux célestes me disent comme tu es belle"

"Tes yeux célestes me disent comme tu es belle"


No te conozco,
no te conozco como quisiera,
tan cambiante, tan primavera,
y mi amiga, la distancia, a ti me mantiene cerca,
puede que no sea "galante" o que sea extremadamente tosco,
no preciso, pero insisto en no insistir
pues eres imposible de cualquier manera.

No tienes ojos de Zulema,
de Teresa, de María Isabela,
ni siquiera tienes ojos de mujer o de niña tierna,
tienes ojos de fiera.

Tus ojos son perlas celestiales,
un azul manso y tenue,
como las mar de Nassau,
como dos mundos etéreos e inertes.
Son celestes.

"Tes lèvres célestes sont l'océan dans lequel je veux me perdre"

Denso,
entre tus pequeñas manos
bailo lento,
tenso
por que me dejes caer
contra el presente,
juro que no me haré pasado,
mantenme a tu lado.

No hallé formas de lograr entenderte
en el diccionario,
¿y si no soy digno de buscar amor en tus labios?

Cada noche intento,
en mi cabeza,
pintarte de blanco,
cualquier tipo de blanco
(Blanco humo, hueso, blanco rojo,
blanco del alma terrestre ...)
pero Celeste, siempre pinta celeste,
como los cuadros del área este
y mis paredes,
como los cuentos rupestres
sobre el amor,
tan anticuados y desajustados,
una peste.

Estoy, por ti, enfermo,
atrapando las mariposas
qué revolotean dentro de mi pecho.
Me despierto en las madrugadas,
bajo las lluvias de verano
a rogarle a las estrellas
que me hagan el milagro,
y el cielo se tiñe celeste
y todo se hace celeste.


"Ton corps céleste est tout ce que je désire"


El frío de las aguas marinas
no contrarrestan tu calor,
las olas podrían romper este sentimiento
como no,
más seguro estoy
que todo ésto,
el poema, el verano, el sereno,
tus pies en la arena, tus mejillas, tus pechos,
son síntomas de que enamorado de ti ando,
y vuelo, y floto,
un enfermo enamorado, casi muerto, destartalado,
con el corazón en la mano.

Eres solo un amor de verano
para un verano que durará para siempre.


"Sei una dea terrena, fantástica, divina, celeste, Celeste ... Celestica"