nieve

jueves, 10 de octubre de 2019

Bailando hacia la eternidad.

La melodía danza a nuestro alrededor;
mientras mi cuerpo se llena de tu calor.
Tu mano sujetando la mía;
mientras nuestras respiraciones bailan en armonía.


Bendito sea el deleite que perciben mis oídos.
Aquel que da rienda suelta a nuestros caprichos.
Tu cuerpo tan cerca del mío.
Susurrando a mi piel tus deseos prohibidos.


La sala es inmensa y brillante,
pero solo te percibo a ti en este instante.
Ojos curiosos y palabras altisonantes.
Mientras me mires a mi son poco importantes
Al final seremos nosotros quienes se condenan.
Bailando pieza tras pieza.


Las notas juegan a nuestro alrededor.
Al compás de los latidos de mi corazón,
deslizando tus dedos por mi espalda,
murmuras los caprichos de tu alma.


Es en esta pista que nos volvemos eternos.
Aun cuando nos estemos acercando al infierno.
En mi corazón no cabe duda.

De que es mía el alma tuya.

Que tuya es el alma mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Molinos de viento

A veces quisiera desaparecer, poder perderme en mi taza de café. A veces quisiera ya no más creer; que Dios me prive de mi propia fe. Dicen ...